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Cómo equilibrar los múltiples roles del liderazgo



Este artículo es un resumen de este curso, de Sara Canaday, por si les interesó y quieren verlo con más detalle.


Antes de pasar al resumen, entiéndase que esto es lo que me hizo más sentido y que más resonó conmigo, no busca ser lo más representativo ni lo más relevante.


Entonces, vamos a cómo equilibrar los múltiples roles del liderazgo.


El liderazgo se manifiesta de muchas formas. Se deben conciliar las distintas funciones o se arriesga sentir estrés, desgaste y agotamiento. Describiré las distintas funciones de un líder y cómo gestionar el tiempo dedicado a cada una.


Recuerda que el equilibrio es fundamental, y podrá variar a lo largo de tu trayectoria. Los líderes novatos necesitan dedicarle más tiempo a las tareas de gestión, mientras que los que tienen más experiencia se concentrarán en las funciones relacionadas con la visión y la estrategia.


El líder como gestor

Este rol está relacionado con entregar directrices y ayudar a cumplir los objetivos.

Esta es la parte metódica y organizada del liderazgo, que desarrolla estrategias ejecutables para que el equipo tenga éxito.


Veamos cinco formas de adoptar la función de gestor.

  1. Fija el calendario del equipo: Desarrollar una hoja de ruta detallada de los proyectos, no es fija pero es un marco donde moverse

  2. Ofrece contexto: Ayuda a que el equipo vea la relación entre su contribución y las metas de la organización. Demostrar la relevancia de su trabajo generará compromiso.

  3. Haz que el éxito sea medible: El equipo debe saber cómo se medirá el éxito y tener los recursos para evaluar su progreso.

  4. Supervisa el proceso: Se debe saber cómo se hacen las cosas. No es la idea parar la innovación ni crear rigidez, pero se debe contar con algunas pautas.

  5. Haz que el equipo alcance las metas: Que se cumplan los objetivos es responsabilidad del líder, se deben definir los objetivos y generar planes de acción, luego darle los recursos y apoyarlos.

Cuando ejerces bien la función de gestor, proporcionas la dirección estratégica que ayuda al equipo a obtener grandes resultados.


El líder como experto

Muchas veces, los profesionales que se eligen para liderar son los que han demostrado su valor como expertos. Muchos jefes asumen esta función de forma natural. Son las personas a las que se consulta para arreglar problemas, pero si eres especialista en un tema, es importante que controles e incluso limites el tiempo que le dedicas a esta actividad.


Para ayudar a los jefes especialistas, sugiero estrategias para que abarquen las facetas de su puesto:

  1. Reconcíliate con la idea de que no lo sabes todo: No es malo que no manejes algo, sé humilde y busca más conocimientos.

  2. Aprende las habilidades relacionadas con el liderazgo: Además de ser experto, debes saber gestionar, hacer presupuestos o estimaciones, no lo dejes de lado.

  3. Desarrolla las habilidades intangibles que te consolidarán como un líder completo: Desarrolla la comunicación, la escucha activa, resolución de conflictos, entre otras.

Tu contribución como experto implica un valor enorme para la organización. Amplíala y adopta otras funciones del liderazgo para optimizar tu influencia en el equipo y hacer progresar tu carrera.


El líder como asesor

Un asesor busca como puede ayudar al empleado a producir mejores resultados.

Se centra en el crecimiento y el bienestar de sus empleados, de manera que libere su potencial.

Estos son cuatro aspectos a considerar al asumir la función de asesor:

  1. Conoce a cada miembro del equipo como persona: Entenderás mejor sus motivaciones, proyección y contexto.

  2. Reúnete con cada empleado para crear planes de desarrollo definidos: Evita los planes estándar para todos, dependerá del punto anterior.

  3. Haz comentarios oportunos y de apoyo: Recuerda siempre elogiar en público y corregir en privado.

  4. Guía al empleado para que desarrolle un plan para su carrera: Si no lo tiene, ayuda a tu equipo a definir un objetivo de carrera.

Ejercer la función de asesor para ayudar a liberar el potencial de los empleados y desarrollar su rendimiento requiere práctica, pero cuando lo consigues, es muy gratificante.


El líder como agente de cambio

Ser un agente de cambio es una necesidad, y a las empresas les hacen falta jefes que defiendan y promuevan el cambio.

Aquí tienes cinco formas de destacar en tu función como agente de cambio:

  1. Conoce tus preferencias y de tu equipo respecto al cambio: Entre mejor las conozcas, mejor podrás gestionarlas.

  2. Da explicaciones: Es más probable que se colabore con los cambios cuando se entiendan.

  3. Piensa a partir de la perspectiva de tu equipo: Ponte en su lugar, entenderás mejor sus inquietudes y dudas.

  4. Consigue que se comprometan con el proceso de cambio: Que participen del cambio y lo hagan propio.

  5. Genera entusiasmo por el proceso: Destaca cuales son los beneficios del cambio para tu equipo y clientes.

El cambio es inevitable, por eso es fundamental desarrollar el rol de agente de cambio.


El líder como motivador

Los lideres que motivan a sus equipos pueden tener varios tipos de personalidad. Lo único que necesitan es una buena conexión con sus empleados, que se consigue dedicando tiempo a forjar relaciones sinceras con ellos.

Veamos cuatro estrategias para inspirar a tus empleados:

  1. Establece un entorno inspirador: Genera los ajustes para que el entorno impulse la motivación, tanto físicamente como en clima laboral.

  2. Cumple las promesas: Tu credibilidad es crucial para que el equipo se inspire.

  3. Adapta la comunicación: La forma con la que te comuniques determinará qué cosas te levanta tu equipo.

  4. Mantén el progreso a pesar de los problemas: Cómo se tomen los errores o problemas determinará la actitud del equipo ante los desafíos

Ser motivador no está ligado a un tipo de personalidad en particular, no necesitas ser intrínsecamente motivador, pero si no te surge naturalmente, necesitarás poner más esfuerzo en cumplir este ro.


El líder como embajador

Los líderes pueden obtener beneficios si saben comunicarse y contribuir como representantes de su equipo u organización en contextos fuera de su institución.

Tres medidas para ejercer el rol de embajador de manera productiva:

  1. Establece conexiones fuera de la empresa: Aprovecha congresos, ferias o conferencias. Recuerda que te representas a ti y a tu organización

  2. Asegúrate que sabes explicar la marca de la empresa: No te quedes con la versión oficial, transmite tu percepción de la cultura y la relevancia de la empresa.

  3. Atrae los mejores talentos: Ten claro el perfil que tu empresa busca, luego podrás identificar a personas que calcen y atraerlas a tu institución.

En eventos laborales, lo quieras o no, eres un representante de tu organización. Desarrollando este rol puedes atraer clientes, proveedores o colaboradores.


El líder como visionario

Pensar el equipo o la institución a futuro, es una habilidad que todo líder debe desarrollar.

Estas son cinco formas para ampliar la capacidad de ser un líder visionario:

  1. Sé curioso: Aprende cosas nuevas, no solo de tu industria.

  2. Piensa en la perspectiva general y a largo plazo: No dejes que lo cotidiano determine todo lo que haces, levanta la cabeza y mira hacia adelante.

  3. Traduce tu conocimiento en metas estratégicas para el futuro: No basta con aprender o conocer cosas nuevas, debes traducir esto a algo concreto.

  4. Comunica bien la visión: Tan importante como desarrollar una visión es ser capaz de transmitirla de manera efectiva.

  5. Sigue evolucionando: Es un trabajo continuo y que no termina, pero es la mejor manera de seguir vigente.

Este rol es de alto nivel, pero aunque lleves poco de jefe, desempeñarlo te dará una perspectiva que mejorará tu desarrollo y el de tu equipo.


Estrategias para conciliar las funciones del liderazgo

¿Cuál es la mejor forma de equilibrar los distintos roles, y cuánto tiempo deberías dedicar a cada una?

No existe una bala de plata pero depende de la etapa de tu carrera, las expectativas de tus superiores, las necesidades de tu equipo, y tus metas y prioridades.

Si eres un jefe relativamente nuevo, seguro tendrás que pasar más tiempo en el rol de gestión, evaluando indicadores, aprendiendo a delegar y gestionando presupuestos. También verás que sigue siendo crucial compartir tu conocimiento como experto en la materia. Sin embargo, una vez que hayas adquirido más experiencia como líder y tu equipo sea independiente, es probable que pases más tiempo ejerciendo de asesor y visionario, y con la práctica, aprenderás a ir cambiando de función según lo vayas necesitando.

Con el tiempo será más fácil, pero requiere práctica. Hasta que llegues a ese punto, aquí tienes cuatro estrategias que te ayudarán a conciliar todas las funciones.

  1. Fíjate en las actividades de tu puesto relacionadas a cada rol: Conceptualizarlo te facilitará equilibrarlo.

  2. Lleva un registro de tus jornadas: Esto te permitirá ver a qué rol le das más prioridad y podrás ajustarlo de ser necesario.

  3. Crea un plan para conciliar mejor las responsabilidades: Considera factores como desarrollo del equipo o el crecimiento actual de la organización

  4. Sé flexible: Las cosas cambian y las crisis ocurren, acéptalo


Cerrando

Para tener éxito como jefe y progresar profesionalmente, debes saber conciliar un conjunto de funciones distintas. Es complicado, pero con una estrategia definida y algo de práctica, lo lograrás.

Es importante notar que para conciliar estas funciones no existe una fórmula establecida. No se trata de hacer lo mismo todos los días. Los grandes líderes se adaptan constantemente a los cambios. A veces, debido a una nueva crisis u oportunidad, deberás priorizar alguna función. No pierdas de vista la conciliación a largo plazo.


Finalmente, asegúrate de que el equipo se beneficia de todas las facetas de tus distintas habilidades.


¿Qué opinas? ¿Hay algún rol del liderazgo que no esté acá?

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